La vida de Camilo Blanes, conocido como Camilín, dio un giro radical en 2019 tras la muerte de su padre, el icónico Camilo Sesto, quien le dejó no solo un legado musical invaluable, sino también una mansión en Torrelodones (Madrid), valorada en casi un millón de euros.

En los últimos años, el hijo del legendario cantante cayó en un espiral de autodestrucción que por inercia también afectó al inmueble. Un hogar que alguna vez fue lujoso y bien cuidado, pero desde que "Camilín" la heredó, se ha convertido en el reflejo de su deterioro personal.

La casa de más de 450 metros cuadrados, construida en 1975 por Camilo Sesto, fue diseñada con un gusto exquisito, y contaba con todos los lujos de la época: un gran jardín, piscina, cinco habitaciones, y más.

Camilo Sesto: así era su casa hasta que la destrozó su hijo, Camilo Blanes
Camilo Sesto: así era su casa hasta que la destrozó su hijo, Camilo Blanes

Desde que Camilo Blanes se mudó a vivir allí tras la muerte de su padre, la propiedad quedó en un estado deplorable. La decoración original, que antes era sinónimo de elegancia, ahora se encuentra revestida de desorden, con muebles anticuados, acumulación de trastos y falta de mantenimiento general, lo que da cuenta del caos en el que vive el joven cantante.

El error que Camilo Blanes ha cometido con la mansión que heredó de Camilo  Sesto
El error que Camilo Blanes ha cometido con la mansión que heredó de Camilo Sesto

Camilo Blanes, es redes sociales
Camilo Blanes, es redes sociales

Camilo Blanes, en redes sociales
Camilo Blanes, en redes sociales

Las redes sociales de Blanes mostraron en el último tiempo su día a día en la mansión, y las imágenes no dejan lugar a dudas sobre el grado de desorden y descuido que impera en la residencia. Camilín, quien se identifica en sus redes sociales como Sheila Devil, ha dejado que el espacio se llene de objetos y basura, sin mostrar intención de rehabilitar ni la propiedad ni su vida.

Esto refleja de la autodestrucción que experimentó en los últimos años, donde el abuso de sustancias y la negativa a recibir ayuda profesional dejaron una fuerte huella en su vida.

A pesar de que Camilo Blanes recibe anualmente unos 200.000 euros en derechos musicales de su padre, su vida sigue estancada, sin cambios ni mejoras significativas. Lourdes Ornelas, su madre, se encuentra impotente ante esta situación, temiendo que el futuro de su hijo se vea cada vez más incierto. En varias ocasiones, Blanes ha ingresado al hospital debido a sus problemas de salud derivados de sus excesos, lo que ha mantenido en vilo a su familia.

Aunque la mansión de Camilo Sesto es un valioso patrimonio, Blanes parece más interesado en vivir rodeado de caos que en aprovechar las oportunidades que le brinda su situación. La vivienda, que alguna vez fue un símbolo de éxito y lujo, ahora refleja la decadencia de su dueño.

En este momento, Camilín no parece dispuesto a tomar las riendas de su vida ni de su hogar, lo que deja entrever un futuro incierto tanto para él como para la propiedad heredada.