Apenas pasados los primeros minutos del miércoles, Estados Unidos activó una batería de nuevos aranceles que alcanzan hasta un 104% sobre productos chinos y afectan a más de 50 países.

La medida, impulsada por la administración de Donald Trump, volvió a sacudir el tablero del comercio global, con efectos inmediatos en mercados clave de Asia y señales de alerta en las principales economías emergentes.

Con el argumento de buscar "reciprocidad arancelaria", Trump volvió a cargar contra sus socios con balanzas comerciales superavitarias frente a Washington, como China, India y Vietnam. Las consecuencias no tardaron en llegar: el índice Taiex de Taiwán se desplomó un 5,8%, el Nikkei de Tokio perdió un 4,86%, y en Hong Kong la caída fue del 1,6%. En India, los aranceles del 26% provocaron retrocesos en los índices Sensex y Nifty 50.

Lejos de calmarse, la situación se agravó con la respuesta de Beijing: el gobierno chino impuso aranceles adicionales que elevan la carga sobre productos estadounidenses hasta un 84%, en un contraataque que reaviva la guerra comercial entre las dos principales potencias del mundo.

Según informó el Ministerio de Finanzas de China, los nuevos gravámenes se suman al 34% ya anunciado y entrarán en vigencia el jueves.

Los mercados vuelven a sentir el impacto

El impacto se sintió también en el mercado energético: el precio del crudo Brent cayó por debajo de los 60 dólares por barril por primera vez desde febrero de 2021. Las dudas sobre la demanda energética china –el segundo mayor consumidor global de petróleo– se combinaron con la reciente decisión de la OPEP+ de aumentar la producción, lo que intensificó la presión bajista. En paralelo, el crudo estadounidense WTI cedió un 4,3%.

La agitación financiera alcanzó incluso a los activos tradicionalmente considerados seguros. Los bonos del Tesoro de EE.UU., refugio clásico en tiempos de crisis, fueron objeto de una venta masiva que empujó el rendimiento del bono a 10 años hasta el 4,51%, antes de estabilizarse levemente.

En medio de este nuevo temblor financiero global, los economistas advierten que la ofensiva arancelaria puede acelerar el riesgo de recesión en EE.UU. y fomentar una nueva ola inflacionaria. Mientras tanto, el dólar perdió un 0,7% frente a una cesta de monedas de sus principales socios, reflejando la creciente incertidumbre en el panorama económico internacional.