El Vaticano difundió este jueves una imagen cuidadosamente seleccionada: en ella se ve al papa Francisco, sonriente, sin las cánulas de oxígeno que ha llevado en sus últimas apariciones, durante un encuentro privado con el rey Carlos III y la reina Camila.

La reunión tuvo lugar el miércoles en la residencia de Casa Santa Marta, como parte de la visita oficial de los monarcas británicos a Italia por su 20° aniversario de casados.

En la fotografía, tomada por la oficina de prensa de la Santa Sede, se ve al pontífice sentado, estrechando la mano de la reina, mientras Carlos III, de pie, sostiene un obsequio. Ninguno de los tres lleva mascarilla. El gesto no pasó desapercibido: es la primera imagen oficial de Francisco, de 88 años, desde su alta médica en marzo, en la que aparece sin soporte respiratorio, tras más de un mes de hospitalización por una neumonía doble.

El Papa, el oxígeno y la multitud: crónica de una aparición que sorprendió a muchos

Aunque la audiencia oficial había sido cancelada inicialmente, el papa invitó a los reyes a una reunión privada, sujeta a su evolución médica, que fue confirmada apenas horas antes de realizarse. En el breve intercambio de 20 minutos, Francisco les expresó sus buenos deseos por el aniversario, y Carlos III le devolvió una cálida frase: “Deseos de pronta recuperación”, según informó el Palacio de Buckingham.

La imagen contrasta con la aparición pública del papa el pasado 6 de abril, al final de la misa del Jubileo de los enfermos, donde se lo vio con oxígeno nasal y en silla de ruedas. Esta nueva escena, más distendida y sin asistencia, fue interpretada como una señal de mejoría, aunque el Vaticano no ha brindado actualizaciones médicas detalladas.

El encuentro con el papa se dio en el marco del tercer día de la gira real por Italia, que también incluyó una cena de Estado con el presidente Sergio Mattarella y un discurso de Carlos III ante el Parlamento italiano. Allí, el rey destacó la cooperación bilateral en defensa, migración y apoyo a Ucrania, además de mencionar el desarrollo conjunto de un nuevo avión de combate como símbolo del futuro compartido entre naciones.