El Parlamento Europeo dio luz verde a la construcción de muros fronterizos físicos en sus límites, tras más de una década de firme rechazo a este tipo de medidas.

Además, se aprobó por un margen ajustado el "Plan Ruanda británico/Plan Italia-Albania", que establece que los migrantes cuya entrada haya sido denegada puedan ser trasladados a terceros países mientras esperan su repatriación.

Desde hace años la mayoría de los Estados miembros ha pedido a la Comisión que levante su moratoria sobre la financiación de barreras físicas en las fronteras exteriores.

Estos países advierten por la extrema dificultad a la hora de controlar la entrada y salida de extranjeros del territorios, luego de años de migraciones ilegales masivas y crisis continuas.