La increíble historia de una mujer que desapareció hace 22 años y fue hallada gracias a un video de YouTube
Después de más de dos décadas sin dar rastros de vida, Hamida Banu, una mujer de origen indio, fue hallada sana y salva en Pakistán. Su desaparición ocurrió en 2002, cuando aceptó lo que creyó ser una oportunidad laboral en Dubái, sin imaginar que caería en manos de una red de trata de personas.
Su caso salió a la luz cuando un video de YouTube, publicado por el activista Waliullah Maroof, permitió a su familia reencontrarse con ella.
El giro inesperado en su historia comenzó cuando su nieto vio el video y reconoció su rostro. La grabación, que se volvió viral, llegó al periodista Khalfan Shaikh, quien facilitó el contacto entre la mujer y sus familiares.
Así se organizó una videollamada que terminó en un emocionante reencuentro virtual. “¿Cómo estás? ¿Me reconociste? ¿Dónde estuviste todos estos años?”, le preguntó su hija Yasmin. Conmovida, Banu respondió: "No me pregunten dónde estaba ni cómo he estado. Los he echado mucho de menos. No me quedé aquí por voluntad propia, no tenía otra opción".
La tragedia de Banu comenzó cuando viajó con la promesa de un trabajo bien remunerado para mantener a sus cuatro hijos. En lugar de eso, fue trasladada sin su consentimiento a Pakistán, donde pasó meses encerrada. Con el tiempo, se casó con un vendedor ambulante en Karachi, quien falleció durante la pandemia. Sin documentación ni medios para regresar a India, quedó atrapada en un país ajeno.
A pesar del hallazgo, su regreso no fue inmediato. La tensa relación diplomática entre India y Pakistán complicó los trámites. Fue necesario un proceso de verificación de identidad antes de que pudiera cruzar la frontera. Finalmente, el 16 de diciembre, tras meses de espera, pudo volver a su país a través del paso fronterizo Attari-Wagah.
Al llegar, la esperaban sus hijas, hermanos y sobrino, quienes viajaron desde Mumbai para recibirla. El reencuentro estuvo marcado por lágrimas y abrazos. Yasmin y su hermana Parveen, sin poder contener la emoción, corrieron a abrazar a su madre, cerrando así un capítulo de angustia que duró 22 años.