La trágica despedida de Pio XII, el Papa que explotó en medio de su funeral
Mientras el mundo llora al Papa Francisco tras su repentina muerte, surgen los recuerdos de las despedidas a otros pontífices que lideraron el Vaticano. Una de las historias más llamativas es la de Pío XII, cuyo funeral se vio envuelto en polémicas que culminaron con la explosión de su cadáver en medio de las exequias.
Nacido bajo el nombre de Eugenio Maria Giuseppe Giovanni Pacelli en Roma, Pío XII fue Sumo Pontífice entre el 2 de marzo de 1939 y el 9 de octubre de 1958, cuando falleció a los 82 años tras sufrir un infarto de miocardio súbito.
“El Santo Padre no murió a causa de alguna enfermedad específica. Estaba agotado por completo. Tuvo un exceso de trabajo más allá del límite. Su corazón estaba sano, sus pulmones estaban bien. Pudo haber vivido otros veinte años, si se hubiera salvado a sí mismo”, dijo su médico Ricardo Galeazzi-Lisi.
El Papa se encontraba en ese momento en Castel Gandolfo, la residencia papal de verano, y tras confirmarse su muerte se inició el proceso para realizar su funeral.
Fue en ese momento que comenzaron los problemas. Uno de los pedidos que el Sumo Pontífice había realizado era que no quería que se extrajeran los órganos, ya que quería mantener su cuerpo tan como “Dios lo creó”.
Así, Galeazzi-Lisi junto con Oreste Nuzzi, un embalsamador de Nápoles, en un novedoso proceso para conservar el cuerpo. El mismo consistía en aplicarle aceites con hierbas aromáticas, para luego envolverlo en celofán.
Sin embargo, nadie esperaba lo que ocurrió después. Es que el proceso utilizado no permitió que el cadáver expulse sus gases, lo que sumado a las altas temperaturas del verano hicieron que se acelere el proceso de descomposición.
Lejos de conservarse, los restos de Pío XII comenzaron a hincharse, la piel se tornó oscura y liberó olores nauseabundos, hasta que en medio de su traslado explotó. Además, perdió partes como la nariz y algunos dedos.
Ante la imposibilidad de presentarlo en ese estado ante el público que buscaba despedirse del Papa, intentaron hacer todo lo posible para reconstruir su rostro. Pero finalmente, debieron ponerle una máscara de cera.
Tras el escándalo, Galeazzi-Lisi fue expulsado del Vaticano y del Colegio Médico. Esto se debió no solo a su cuestionable proceso de embalsamamiento, también porque sacó fotos al Papa en sus últimos momentos para venderlas a los medios.