El Papa Francisco se refirió a las celebraciones por Fin de Año y brindó ciertas recomendaciones para poder pasar unas celebraciones en familia con paz y amor.

"En la familia es más importante escuchar que entender. Escuchar es dar importancia al otro, reconocer su derecho a existir y a pensar por sí mismo. Los hijos necesitan esto", comenzó diciendo el Sumo Pontífice.

Y recalcó que "un momento privilegiado para el diálogo y la escucha en la familia es el momento de la comida".

Es por eso, que "es bueno estar juntos a la mesa y hablar. Esto puede resolver muchos problemas y, sobre todo, une a las generaciones: los hijos hablando con sus padres, los nietos hablando con sus abuelos".

Y agregó: "Nunca permanecer encerrado en sí mismo o, peor aún, con la cabeza en el teléfono móvil. Hablar, escucharse, ¡este es el diálogo que hace bien y que hace crecer!".

Frente a este escenario, explicó que "ni siquiera los padres de Jesús lo comprendieron siempre" lo cual lleva a "reflexionar sobre esto, y no nos sorprendamos si a veces nos sucede en la familia que no nos entendemos".

"Cuando nos ocurra, preguntémonos: ¿Nos hemos escuchado? ¿Afrontamos los problemas escuchándonos unos a otros o nos encerramos en el mutismo, el resentimiento, el orgullo? ¿Nos tomamos un poco de tiempo para dialogar?, planteó el Papa.