Una vez a bordo de la Guardia Costera, los migrantes recibieron alimentos, agua, atención médica básica y refugio, antes de ser sometidos a un proceso de identificación. Posteriormente, fueron enviados de regreso a Cuba, en cumplimiento de las políticas migratorias estadounidenses.

El operativo formó parte de la Operación Vigilant Sentry, una estrategia que combina recursos aéreos, terrestres y marítimos para interceptar y disuadir intentos de migración ilegal en el Estrecho de Florida, el Pasaje de los Vientos y el Mar Caribe.

La Guardia Costera enfatizó que cualquier persona que intente ingresar ilegalmente por mar será interceptada y repatriada, reforzando su compromiso con la seguridad fronteriza.

Desde el inicio del año fiscal 2025, el gobierno de EE.UU. ha intensificado los controles marítimos ante el aumento de flujos migratorios en el Caribe. Hasta la fecha, 98 personas han sido repatriadas a Cuba, cifra aún lejana de las 749 del año anterior, pero que evidencia la persistencia del fenómeno. Las autoridades advierten sobre los graves riesgos de cruzar el mar en embarcaciones precarias e instan a buscar alternativas legales y seguras para migrar sin exponer la vida.