¿El fenómeno Milei pierde fuerza en redes? La negatividad sube al 53%
El presidente Javier Milei cerró marzo como el segundo mes consecutivo de deterioro en su imagen digital. El 53% de las menciones vinculadas a su figura fueron negativas, una cifra que marca un nuevo récord de rechazo desde el inicio de su gestión, según un informe de la consultora Ad Hoc.
El documento analizó la conversación pública en redes sociales y según esto, marzo se consolidó como el peor mes en términos de imagen digital para el presidente Javier Milei.
Aunque el volumen de menciones se mantuvo similar al de febrero, el tono general de la conversación se tornó más crítico y sostenido en el tiempo. La proporción de menciones negativas superó el 47% registrado en 2024, que hasta ahora había sido el techo máximo de rechazo en redes: el sentimiento promedio negativo en marzo del 2025 fue del 53%.
La evaluación del mes se completó con un 39% de menciones positivas y apenas un 8% neutras, confirmando que la conversación se volvió marcadamente polarizada y en su mayoría desfavorable al mandatario.
Ad Hoc destaca que, a diferencia de otros momentos donde el rechazo podía atribuirse a hechos puntuales o crisis breves, en marzo el desgaste fue persistente y multifactorial. Los acontecimientos que marcaron el mes operaron como desencadenantes de una conversación digital que ya venía mostrando señales de negatividad.
Uno de esos momentos fue la marcha de jubilados del 12 de marzo, que generó un pico en las críticas. A eso se sumó la situación en Bahía Blanca, donde las inundaciones pusieron en agenda la respuesta del Estado. La conversación en torno a esta catástrofe se mantuvo activa durante más de dos semanas, aportando volumen constante al rechazo.
La hermana del presidente, Karina Milei, protagonizó un aumento exponencial en la conversación digital a raíz del escándalo vinculado a $LIBRA. La secretaria general de la Presidencia fue mencionada masivamente en redes y alcanzó un 79% de menciones negativas, transformándose en una de las figuras más cuestionada del entorno oficial.
“8 de cada 10 menciones a Karina Milei fueron negativas. En su mayoría vinculadas al escándalo de $LIBRA, la nota del New York Times y la investigación judicial”
Aunque Karina había mantenido hasta ahora un bajo perfil público, su influencia dentro del gobierno y el tono reservado de su figura generaron un fuerte contraste con el volumen y la intensidad de las críticas. En el mes de marzo, su imagen digital no solo se deterioró, sino que se convirtió en un componente que arrastró negativamente al ecosistema comunicacional del oficialismo.
Parra Karina Milei, los tres meses anteriores al escándalo, el promedio de menciones por semana había sido de 41.615. Luego del Criptogate, el promedio de menciones por semana en la última quincena de febrero se elevó a 125.030
La noticia del nuevo préstamo acordado con el Fondo Monetario Internacional también logró estar entre los principales temas de conversación en los últimos días del mes de marzo. La mención al FMI activó conversaciones que implicaron negatividad hacia el gobierno nacional.
“Cristina Kirchner se posicionó otra vez como la referente de mayor incidencia en la conversación negativa hacia el presidente”.
Más allá de estos eventos, el informe identifica una dinámica más profunda que afecta al gobierno: la pérdida de control sobre el encuadre de la conversación digital. En los primeros meses de su gestión, el oficialismo había logrado imponer agenda y moldear el tono general de las redes sociales. Apoyado en un estilo confrontativo, disruptivo y con alto impacto visual y simbólico, Milei se posicionaba como el gran protagonista del debate público. Esa etapa, sin embargo, parece estar llegando a su fin.
Desde enero, los temas que más volumen generan en redes ya no son definidos por el gobierno, sino por eventos que se le imponen y lo ponen a la defensiva. Ni el discurso en Davos ni la apertura de sesiones legislativas lograron revertir esa tendencia. La narrativa ya no está bajo control.
En ese sentido, marzo representa una señal más de alarma para el oficialismo. El presidente sigue siendo, por lejos, el actor más mencionado del sistema político. Pero esa centralidad ya no garantiza aplausos ni respaldo sino que, por el contrario, lo expone a una conversación digital que parece haber virado hacia la negatividad.
La pregunta ahora es si el gobierno podrá recuperar su fuerza en el territorio donde nació el fenómeno Milei, construyó su poder y hoy enfrenta nuevas adversidades.