Entre la ley y la inmunidad: polémica por el caso de los diplomáticos rusos en Argentina
El incidente protagonizado por dos diplomáticos rusos que se negaron a realizar un control de alcoholemia en Buenos Aires destapó un intenso debate sobre los límites de la inmunidad diplomática y las leyes locales que deben cumplir estos funcionarios en Argentina.
Según expertos, la inmunidad no implica impunidad total, y los diplomáticos deben respetar las normativas locales, como el Código de Tránsito. Sin embargo, desde la Embajada de Rusia consideraron el episodio una violación al derecho internacional, provocando aún más tensiones con las autoridades argentinas.
La discusión gira en torno al artículo 41 de la Convención de Viena, que establece que los diplomáticos tienen la obligación de respetar las leyes y reglamentos del país receptor, a pesar de gozar de ciertos privilegios.
Diego Guelar, exembajador argentino, explicó que los diplomáticos deben identificarse y colaborar con los procedimientos locales, aunque tienen derecho a negarse a un test de alcoholemia. Esa negativa, advirtió, no los exime de las consecuencias legales, como multas o sanciones administrativas, pero sí los protege de ser arrestados.
El caso tomó un giro polémico cuando los agentes de tránsito escoltaron a los diplomáticos hasta la Embajada de Rusia, donde uno de ellos firmó la documentación requerida y el otro se negó. Según las fuerzas policiales, la negativa al test de alcoholemia implica una presunción de resultado positivo, agravando las multas correspondientes.
La Cancillería argentina emitió una circular que refuerza las obligaciones de los diplomáticos en cuestiones de tránsito. El documento, difundido por el gobierno porteño, detalla que los conductores con vehículos diplomáticos deben cumplir las mismas reglas que los residentes locales, incluidas las multas por infracciones y los costos de acarreo si los vehículos son retirados por la autoridad de tránsito.
Desde la Embajada rusa, el Primer Secretario calificó el accionar de las autoridades argentinas como una “grave violación al derecho internacional” y argumentó que sus diplomáticos actuaron correctamente al permanecer dentro de un auto con inmunidad. Sin embargo, esta postura fue cuestionada por expertos, quienes resaltaron que los privilegios diplomáticos no anulan las normativas locales, sino que buscan garantizar la colaboración en un marco de respeto mutuo.
Según la circular de Cancillería, las infracciones de tránsito de vehículos diplomáticos, como estacionamiento indebido o conducir en estado de ebriedad, deben ser sancionadas conforme a la legislación argentina, sin que ello implique un conflicto internacional, siempre que ambas partes actúen con apego a las normas vigentes.