Teléfono, redes sociales, calendario y organizador personal, herramienta de trabajo, entretenimiento multimedia, banco móvil, personal shopper, calculadora, despertador... Los smartphones y dispositivos inteligentes han pasado a ser omnipresentes en la vida diaria de las personas.

Sus beneficios y utilidades son muchos, pero algunos especialistas sugieren que la dependencia excesiva a ellos puede ser una forma de adicción y puede causar trastornos de ansiedad si no se controla a tiempo. Entre 60 y 70% de las personas de entre 18 y 30 años tienen algún síntoma de nomofobia, y por eso especialistas sugieren empezar a limitar el uso de los dispositivos desde la niñez.

¿QUÉ ES LA NOMOFOBIA?

“Es el miedo irracional a permanecer durante un intervalo de tiempo prolongado sin el teléfono móvil encima o accesible”, explica la doctora Mariana García, médica psiquiatra de DIM Centros de Salud, “bien sea porque no lo tenga conmigo, me haya quedado sin batería o que no tenga conexión a internet en el sitio en el que estoy”.

Se la puede considerar una nueva tecnopatía, es decir, una patología de índole psicológico - psiquiátrico que se desencadena a través del uso de la tecnología, y puede llegar a ser una fobia si el individuo siente miedo intenso o temor a quedarse desconectado de la vida virtual, y experimenta sintomatología ansiosa. Puede, incluso, sentir dolor de cabeza, dolor de estómago, taquicardia y falta de aire.

“Hoy en día ha aumentado mucho la preocupación en relación a esta nomofobia, está relacionada tanto con las fobias, es decir, trastornos de ansiedad por sus características clínicas y también la podemos incluir dentro de las fobias de comportamientos, si se desarrollan de manera compulsiva”, explica la especialista.

“Este tipo de conducta empieza a tener interferencia en el desempeño de la vida cotidiana como las relaciones interpersonales, el rendimiento académico y el rendimiento laboral”.

García indica que se puede llegar a un trastorno de conducta, ya que al estar permanentemente conectado al teléfono, se podría perder el control y la conducta podría tornarse en compulsiva. “Además de que la conducta interfiere en las relaciones del individuo y afecta su rendimiento, aparece la dependencia junto con características fundamentales: la tolerancia, es decir, conexión permanente con el teléfono, estar chequeando si hay mensajes; la abstinencia, síntomas de ansiedad cuando no se puede usar la tecnología, entonces hablamos de dependencia”.

CONTROLAR LA ADICCIÓN AL CELULAR Y EVITAR LLEGAR A LA NOMOFOBIA

• Limitar el uso del celular o dispositivos tecnológicos en los niños. Establecer horarios especiales y evitar el uso de smartphones en determinadas habitaciones como la cocina, el dormitorio o el comedor.

• Hacer ejercicio mental del por qué se tiene este “culto” de la tecnología. Concentrarse en interactuar personalmente con los demás todos los días.

¿Es posible vivir sin celular? Cómo controlar la adicción a la tecnología

• Configurar el celular para que no esté permanentemente sonando, ajustar las notificaciones de mensajes, correos y aplicaciones.

• Hacer una separación física y establecer reglas para el uso del dispositivo. Evitarlo en ciertos momentos del día y en algunos lugares. Empiece por hacer pequeñas cosas, como dejar su teléfono en otra habitación durante las comidas o cuando esté realizando otra actividad.

• Apagar el celular durante la noche para evitar trastornos de sueño.

• En caso de usarlo en exceso por aburrimiento, buscar otras actividades entretenidas que eviten el uso del dispositivo. Leer un libro, salir a caminar, practicar un deporte o participar en un pasatiempo.

La permanente conexión a estos puede causar trastornos de ansiedad y ser nocivos para la salud y el bienestar de las personas; especialistas advierten que los trastornos de ese tipo son cada vez más altos. En caso de que el problema se torne serio, acudir a un especialista para un tratamiento adecuado.